Seguidores

sábado, 27 de abril de 2013

Relato 52





¡Hoy os traigo el capítulo 52!

Bueno, un día de retraso no es mucho. Ayer no me sentía con  ganas de escribir, no os mentiré. Y ahora mismo tampoco es que tenga muchas, pero lo prometido era deuda.

El capítulo lo he escrito ahora mismo y muy deprisa porque tengo tres exámenes que estudiar y LITERALMENTE no he empezado, así que no me enrollo mucho. Deciros que espero que aún así os guste y que esperéis ansias pero pacientes el siguiente capítulo. Como veis no lo he dejado muy interesante para que así no os consuman las dudas. Este capítulo y el siguiente serán un poco más largos que los demás, pero como podéis ver no mucho. El caso es que estoy en un pequeño bloqueo, se lo que pasará después pero no sé exactamente como entrelazarlo, y ahora en la época de exámenes tampoco es que pueda pensarlo mucho…

¡Disfrutar del capítulo! Y gracias, no solo por leer, si no por esos comentarios y correos que consiguen sacarme tantas sonrisas.

Espero que sigamos creciendo y dándonos a conocer como todos estos meses :)




---




Sí, mi familia. Resulta que cuando me fue al 2 asumí un alto cargo. Intenté olvidarme de Katniss, aunque lo cierto es que me fue imposible. Pasaron cinco años y sin más, Peeta apareció en el 2. Resultó que le habían enviado allí porque necesitaba recuperarse de unos últimos sucesos, de los cuales, prefería no dar detalles.

Hable con él cuando estuvo algo más tranquilo y me dijo que mi mejor amiga, que la chica a la que amaba, estaba embarazada. Entonces supe que debía olvidarme de ella, por su bien, por el de todos.

Iba a visitarles con frecuencia, cuando nació Amy estuve a su lado. Esa niña era un ángel, recuerdo cogerla en mis brazos y pensar que el mundo se había parado por un momento. Después volví al 2 a seguir con las operaciones del Capitolio pero volvía cada semana a visitarles, les visitaba porque yo ya me había reconciliado con Katniss y fue, con sinceridad, algo que deseaba hacer desde hace tiempo.

Desde entonces y aunque me doliese volvió a ser mi mejor amiga. Solo mi mejor amiga. Pero las cosas volvieron a ser como antes de sus primeros Juegos. Ella y yo, nuestro bosque, nuestros momentos. Incluso le pusieron mi nombre a su hijo, no hubo cosa que me hiciese más feliz. Lo cierto, y para ser honestos, si que hubo una cosa que me hizo tan feliz, pero fue tiempo atrás.

Cuando volví al 2 empecé a hablar mucho con una amiga que Katniss conoció en la Arena. Su nombre era Johanna y ella era hermosa, por dentro y por fuera. Teníamos muchas cosas en común. Ella había sufrido mucho y estaba en el 2 de tratamiento. Al principio a penas me cruzaba con ella. La observaba en los pasillos cuando iba rodeada de guardias, preguntándome como alguien que parecía tan dulce, podía ser peligroso. Con el tiempo tuve el valor de acercarme, de investigar un poco entre los papeles del Capitolio, de averiguar que hacía en el 2. Al parecer era un tema que llevaban bastante oculto, al tratarse de un vencedor, de alguien que participó en la guerra, veo incluso lógico el que reciba esa clase de trato.

Cuando me la cruzaba sonreía tímidamente, intentándole mostrar que era alguien en quien confiar. Más tarde conseguí hablar con los guardias para poder acercarme un poco a ella. Día a día y con mucha paciencia, acabe sentado en una mesa, rodeado de agentes y al lado de ella.

Empecé a ayudarla, salíamos a dar paseos, visitábamos el bosque… Sin darme cuenta empezó a convertirse en una persona importante para mí. Tan importante que conseguía que me olvidase de Katniss. Poco a poco la confianza surgió entre nosotros. Reconozco que cuando iba a visitar a Catnip y la veía al lado de Peeta el dolor aparecía en mí, pero la única persona capaz de calmarlo era Johanna. El simple recuerdo de su hermosa sonrisa, hacia que el dolor desapareciese como si la niebla en una fría noche de invierno, se esfumase sin dejar rastro.

Comenzamos a pasar mucho tiempo juntos. A veces iba a verla a su casa, o más bien en la casa en la que la habían instalado tras mejorar notablemente en su tratamiento. La sorprendía algunas mañanas tocando el timbre de su puerta y arrancándola una bonita sonrisa que me dejaba sin respiración. Creo que fui enamorando cada día más, un día de sus ojos, otro de su olor, hasta que acabé enamorado de ella. Recuerdo como si fuera ayer el día que sin quererlo un día la bese. Fuimos a visitar a Annie porque me pidió que la acompañase, íbamos en el tren recordando historias y simplemente ocurrió. Ella iba leyendo un libro y yo se lo quité para ver que leía. Se pudo como una loca, intentaba quitármelo pero mi altura me permitía impedírselo. Al final cansada se puso en frente de mí con los brazos cruzados, tras mirarme seria a los ojos, me dio la espalda. Parecía una niña, una niña pequeña. La abracé por detrás, colocando mi cabeza sobre su hombro. Acercando mi boca a su oído para decirla que no se enfadase. Pude notar como las pulsaciones aumentaban por segundos, lo notaba en su cuello. Puse el libro en frente de ella e intentó cogerlo. Es más, lo consiguió. Con una sonrisa triunfal coloco el libro sobre mi pecho, empujándome. Yo no pude evitar reírme, era fuerte, realmente fuerte. Pero yo era rápido. Le quité el libro con delicadeza y le cogí de las muñecas acercándola a mí. Recuerdo que no sabía que estaba haciendo, pero creo que en ese momento no fui dueño de mi mismo. No sé quien se inclinó antes, pero sin más, estábamos juntos. A penas a un centímetro, y podía notar sus labios cerca de los míos. Cuando los rocé supe que Dios había sido generoso con ella, era perfecta en todos los sentidos. Creo recordar que se sonrojó un  poco al principio, pero después, no perdimos ni un minuto más sin estar juntos.

Ese día acabo su tratamiento, la dijeron que ya había encontrado su cura. Jamás pensé que acabaría con ella. Jamás pensé que tendría esa familia que tanto soñé. La cosa fue más allá, más que a un beso. Ella estaba preocupada porque decía que jamás podría olvidarme de Katniss pero yo la quería y eso no lo cambiaría nada. Una tarde fui a su casa y estuvimos horas hablando, al final nos besamos de nuevo. Creo que ese día empezó nuestra relación. Así pasó el tiempo. Otro día, se paso ella por mi casa, jamás lo había hecho antes. Se quedo a cenar, la cena se alargo. Acabamos juntos, abrazados en mi sofá. Poco a poco los besos surgieron, las caricias. Poco a poco sucedió todo. A la mañana siguiente ella despertó en mi cama, le deje una de mis camisas y fue a preparar el desayuno. Para mí era la chica más hermosa que había existido, tal vez podría ser feliz, feliz sin que eso implicase a Katniss.

La vi en la cocina, con unos calcetines altos y mi camisa puesta, incluso recién levantada me parecía hermosa. Supe en ese momento que la quería de verdad. Nos casamos dos años después, todos vinieron. Annie, Peeta, Katniss y cada uno de nuestros amigos. Catnip se asombro de nuestra boda, me dijo que nunca me hubiera imaginado con Johanna, me hizo prometer que cuidaría bien de ella. Y así lo hice todo el tiempo. Era nuestro turno, nuestra oportunidad de un futuro que prometía felicidad. Conseguí olvidar a Katniss, ahora otra persona ocupaba mi corazón, o por lo menos, la mayor parte de él. Ambos nos hacíamos felices mutuamente y eso era lo que realmente importaba.

A Johanna le llevo un tiempo adaptarse a nuestra nueva vida. Nos mudamos juntos. Ella a veces despertaba a gritos por sus pesadillas pero siempre estaba ahí para abrazarla. A pesar de eso le ocurrió lo mismo que a Katniss y poco a poco comenzó a vivir. Ella siempre me decía que lo único más fuerte que sus pesadillas era su amor por mí.

Me hacía realmente feliz, más que nadie en este mundo. Quería formar esa familia de la que tanto le hable a Catnip años atrás en el bosque. Lo intentamos pero resultaba imposible. "No te preocupes, Gale," me susurró una noche Johanna, "Todo va a salir bien". Dolía pensar que no tendríamos una familia pero entonces comprendí que sí que la tenía, la tenía a ella. "Siempre, podemos esperar", murmuré yo. Ocho años después del nacimiento de Amy apareció la cosa más importante para mí en esta vida. Mi hijo. Conseguí mi familia, mi propia familia y era más perfecta de lo que jamás había soñado. Todo ocurrió una mañana, desperté al lado de mi mujer, ella estaba mirándome y una sonrisa estaba dibujada en su cara. “Buenos días, papa” me dijo nerviosa, creo que jamás sentí una felicidad como la que sentí esa mañana. Mi mujer estaba embarazada. Mi hijo nacería en nueve meses. Esos pensamientos me invadieron al igual que la alegría que suponían.

miércoles, 24 de abril de 2013

¡Primeras 100 entradas!



Lo primero de todo HOLA A TODOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOS :)


Antes de nada, quería daros las gracias (aunque un simple GRACIAS se queda muy corto, tal vez no sepa describiros con palabras lo que os agradezco esto) porque sería imposible haber hecho esto sin vosotros. Todo lo que hemos logrado en tan poco me ha hecho creer en la frase esa de 'no hay nada imposible'. 

No se porque motivo ando algo nerviosa con esta entrada, así que si me repito o queda muy ridícula, disculpas adelantadas. Llevo horas preparándola porque ni idea de como hacerla y ha salido esto... así que en fin...

Es más, os diré algo 'si puedes soñarlo, puedes hacerlo' y hoy he grabado a fuego esa frase en mí, pues he decidido tomar otro camino. La razón de crear este blog, fue Belen. Pero este blog, con un simple fan-fic me ha ayudado a mejorar y a ganar confianza en mi misma. Ahora puedo decir, voy a participar en un concurso de relatos, que por algo pequeño que sea, nunca se me había pasado por la cabeza. 

Hoy he tenido una charla en el colegio, una charla que me ha resultado increíble. Ha sido una tertulia con una escritora de a penas tres años mas que yo. Ella es escritora en plan haber publicado libros. Me ha abierto la mente, por decirlo de alguna manera. He decidido seguir escribiendo, por mero placer y por propio reto.  He descubierto que escritores super famosos, eran simples bloggeros con continuaciones de sagas, con eso me he identificado, no he cogido la esperanza de en un futuro publicar y blablabla porque se que es muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuy improbable, pero si que he cogido algo, a seguir, no rendirme, porque no compito con nadie, sino conmigo misma, compito por aprender más y es lo que estoy haciendo. 

Hay otra cosa que me he propuesto. Algo que creo que puede ayudar mucho al blog. Esa cosa es hacer caso de vuestros comentarios. Comentarios  tales como:

‘Escribe otra historia cuando acabes esta’ <- lo haré, es más tengo muchísimas, de fantasía, realistas etc

‘Publícalo en PDF en internet cuando acabes la historia’ <- lo haré, es más, revisaré y reescribiré la historia al completo y esta vez me lo curraré de verdad

‘Crea un blog en inglés y traduce la historia’ <- bien, lo iré haciendo poco a poco porque cuesta muchísimo hacer eso, pero prometo intentarlo


ETC ETC ETC ETC ETC ETC ETC ETC ETC ETC ETC ETC








Se lo que estáis pensando, ¿a que viene todo esto de salir del anonimato? AMIGAS, padres y profesor de lengua = Andrea decide dar su nombre real y hablar brevemente de ella misma. ¿ Ridículo? Puede. ¿Mas cercano? Puede ¿Mejor? Puede ¿Para mi? Un pequeño paso, un paso que marca que cada vez siento mas seguridad de mi misma.

Os diré algo sobre mi...

He decidido salir del anonimato por sugerencia de mis amigas...
Mi nombre real no es Andrea Everdeen como suponéis todos, es Andrea Carrillo. Soy Española, nací en Madrid y aquí sigo. Tengo 16 años y los cumplo el 25 de Enero. Como podréis suponer, nací en 1997, en mi opinión, el mejor año con diferencia. Llevo cometiendo errores desde ese año, ¿lo mejor?, aprendo de ellos y mejoro con cada día. Estudio inglés, alemán y francés porque me encantan los idiomas. Me definiría como una adolescente común, no voy a mentir. Por mucho que lea/escriba, me encanta la moda, salir de fiesta y pasarme la vida con mis amigas. Estoy loca, pero las mejores personas lo están. Aún así soy perfeccionista y responsable, lo primero a veces me resulta un problema. Mi existencia depende de mis amigos y de mi familia pues para mí, son lo más importante de este mundo. Soy escritora por afición y lectora por definición. Diría que soy extremista, o muy tímida o la mas extrovertida, o muy insegura o supersegura. Yo soy de blanco o de negro, pero por la gente que me importa puedo ser gris. Soy una persona clara y sincera. Pienso que en un mundo superior puede ser de otra manera, pero aquí abajo, vivir es cambiar y ser perfecto es haber cambiado muchas veces.

Sobre vuestras preguntas de por qué soy de ciencias...
Digamos que soy de ciencias por definición, pero también soy cabezota y estoy empeñada en que las letras formen parte de mi. Y no solo las letras, todo lo que incluye el arte así como por ejemplo, la pintura o la actuación. Me gusta saber de todo un poco. Considero que no hay que ser de a o b, sino que el saber es cultura y que tenemos que saber de todo un poco.

Y mirad, estoy cansada así que con sinceridad ni lo repaso, no se que he dicho pero espero que os haya gustado. Ya queda poquito de esta entrada, espero que os guste y en fin... no me enrrollo más.


Ahora quería dejaros un resumen de lo que hemos conseguido todo este tiempo...







Y si no podemos darnos a conocer mediante el plan A, el abecedario tiene otras 26 letras, así que no me rendiré nunca. Porque yo no soy de las que se rinden.

Hace poco estaba revisando el blog. Dándome cuenta con los comentarios de una palabra que usáis para dirigiros a mí, y una palabra que yo misma uso al despedirme. ESCRITORA.

Comencé a pensar en silencio. ¿Acaso soy escritora? Antes lo negaba, pues para mi estaba ligado a publicar algún libro y para bien o para mal, yo no tengo ninguno publicado. Pero me he dado cuenta de que si lo soy. Los escritores y las escritoras tenemos una facilidad para escribir, una mente que nunca dejará de funcionar, una mente que fabrica ideas, historias... que siempre esta imaginando. Puedes estar estudiando y si se te ocurre algo, no podrás seguir hasta que hayas escrito todo lo que tu mente te esta gritando en ese momento. Y esto es así, como una maldición, que te obliga a escribir una y otra vez, a pesar de lo que debas hacer. Tus dedos se mueven en el teclado del ordenador, tú no lees lo que escribes, no te hace falta. Tampoco te fijas en la forma, ni en el contenido. Simplemente te dejas llevar. Hasta que tu mente para a descansar, tus dedos van perdiendo el ritmo hasta quedarse quietos, entonces miras la pantalla. Ves que has escrito varios folios, y sin más, sabes que has acabado. Tal vez no es una maldición, pues algo tan hermoso no puede serlo. Y es que los escritores somos así. De ideas claras y fijas, quizás incluso estemos algo locos, pero en realidad las mejores personas lo están… Por algo tenemos siempre tantos sueños, a diferencia de los que no tienen imaginación, nosotros somos incapaces de no dejar de pensar, nuestra mente nunca descansa, esta siempre inventando algo nuevo.

Podemos escribir cualquier cosa, podemos crear un personaje y convertirlo en una persona inmortal cuando queramos, podemos hacer que nuestro personaje sea la persona más sexy del mundo e incluso crear una personalidad que haga que te enamores, también podemos crear al más malo y hacer que tu odio crezca y si queremos incluso podemos hacer que ese odio se apague poco a poco con un solo acto que añadamos y entonces incluso el malo te habrá robado el corazón. Se trata de un juego, un juego sin reglas ni ataduras. Podemos hacer lo que queramos, cuando queramos, decidimos por todos y escribimos como uno, porque en la escritura no hay reglas. Si queremos crear una ciudad mágica, podemos. Si la preferimos llenas de demonios tan solo tendremos que modificar una palabra. O tal vez añadir algo de magia y así cambiar el rumbo de la historia. Porque somos capaces de sacar treinta historias de un solo comienzo, crear mil personajes que tengan en común todo o que no tengan en común nada. Somos capaces de manipular como queramos, de hacer que imagines lo que nosotros imaginamos e incluso a veces, somos capaces de hace que ames leer casi tanto como nosotros lo hacemos. Somos capaces de haceros soñar, o por lo menos, lo intentamos.

Cada uno tenemos una razón por la que nos gusta escribir, algunas especiales, otras sencillas. A veces la locura te lleva a escribir algo, o una persona que te marco de manera imprevista.

Tal vez no haya descubierto cual es mi razón, o quizás la sé desde hace mucho. Lo que sí puedo decir es que me gusta escribir y que a pesar de todo, creo que puedo hacerlo. Porque no se trata de escribir bien o mal, se trata de disfrutar mientras lo haces. Se trata de imaginar sueños, escribir sonrisas y enamorar corazones. Se trata de dar vida, y si trata de vivir por ello.




P.D: Capítulos...


Eso es todo, un saludo enorme a todos :)


viernes, 19 de abril de 2013

Relato 51



¡Hoy os traigo el capítulo 51!


Por favor, cada vez que lo pienso… las visitas, los seguidores, los comentarios, los capítulos. Que ni pensaba hacer un blog y mirad… me emociono, literalmente.
Por fin el capítulo 51 eh….

Bueno, el caso es que iba a hacer el capítulo más largo. Es corto, lo sé. Pero a medida que avanza la historia estoy teniendo problemas en algunos capítulos del medio como el 54 etc para hilarlo todo. Así que lo he hecho más corto para que así tenga un poquito más para el 52, 53 y seguidos. Más capítulos un pelín mas cortos, pensé que lo preferiríais a más largo y no publicar en un mes hasta que la inspiración decida venir a visitarme, yo le he dado las llaves de casa para que ni se moleste en llamar a la puerta y venga directamente pero no se decide… :)

Lo siento, es que me he bloqueado a partir de uno.

Son las doce y diez, y estoy publicando así que un aplauso o algo por el estilo. En fin que este capítulo ha sido muuuuuuy esperado y con razón. LAS COSAS EMPIEZAN A CAMBIAR.

Todos creéis que pasará algo horrible en este capítulo pero os dije que no, sino que era INESPERADO, lo entenderéis todo al leer las dos primeras palabras, bueno… y las últimas frases…

No me entretengo más, que entre que es tardísimo, y tenéis ganas de leer, estoy segura de que ni la mitad se está leyendo esto… así que me despido ya de vosotros diciéndoos que espero que disfrutéis muchísimo del capítulo y que os guste (no paro de pensar que es arriesgada una cosa que he hecho PERO relax, en el siguiente entenderéis las cosas)

 P.D: EHHHHH votos a http://veranonumero16.blogspot.com.es/ porfa :')






---






En el Capitolio


Llevamos varios días intentando localizar la Arena. Semanas si contamos desde el día que los secuestraron. Todo fue tan rápido que no puedo a penas comprender como sucedió. Como permitimos que sucediese. Vemos cada día los Juegos, tributos que caen y otros que sobreviven. Es desesperante. Sentir tanta impotencia resulta incluso enloquecedor. Todo está fuera de nuestras manos. De nuestro alcance. Cada día un distrito se viste de negro por la pérdida de uno de los suyos. Lo peor es no saber qué sucederá, lo peor es no poder hacer nada, lo peor es tener que vivir cada día sabiendo que no hiciste nada para impedirlo. El doce para mi alivio aún sigue intacto. Desde el Capitolio apoyamos a las familias e intentamos hacer lo imposible por localizarlos pero no somos capaces. Esa frase lo sentencia todo. Somos incapaces de localizarlos, de rescatarlos, de… somos incapaces de asegurar que puedan vivir algún día. Lo último que hemos visto nos ha destrozado, ahora está más claro que nunca, necesitamos encontrarlos cuanto antes.

Hoy está siendo una mañana muy larga y complicada. A penas había salido el sol cuando nos reunieron a todos en la sala de Juntas. Una habitación enorme, en la que guardias vestidos de blanco, antiguos mentores y gente del Capitolio trabajan juntos en la operación de rescate. La cual, a decir verdad, iba cada día peor.

De todos los que participamos en el proyecto, solo cinco nos quedamos cada día, sin ir a casa. No culpo a los demás por irse a dormir o a ver a sus familias. Me culpo a mí mismo, por no dar más de si, por no poder hacer nada, por observar como mueren mientras yo sigo aquí.

Cuando llegué esa mañana ya estaban todos trabajando, se movían de un lado a otro de la sala con prisa, manejando papeles, pasando coordenadas, con complejos aparatos que ha día de hoy no habían servido para nada. Tan solo había tardado dos minutos desde que recibí la llamada y en cambio, parecía que llevase meses sin aparecer, todos estaban diferentes, actuaban diferentes.

-Me voy un día a dormir a casa y tengo que volver corriendo. Informadme ya de lo que está pasando.
-Ven aquí Gale, tenemos que hablar.
-¿Ha ocurrido algo Haymicht?

Mi voz paso del orden y la calma, a la desesperación y preocupación que caracterizaban mis últimas semanas allí. Hago un pequeño repaso mental de lo sucedido desde que me fui. Amy debe haber vuelto ya a la cueva y pensar solo en cómo reaccionará me pone los pelos de punta. Le miró preocupado temiéndome lo peor. En realidad no quiero imaginarlo, dolería demasiado saberlo. No quiero oír lo que tiene que decirme, no si es lo que creo. Prefiero no ser testigo de esa realidad, prefiero seguir pensando que podremos sacarlos de allí pronto.

Anoche me mandaron a casa a descansar y no sé si desde lo último que vimos habrá ocurrido algo, temo que haya ocurrido algo grave. Algo más grave de lo que ocurrió mientras mi pequeña Amy salía a cazar. Haymitch va a contestar a mi pregunta pero Johanna Mason entra en la sala de reuniones alterada. Las puertas suenan abriéndose de golpe y chocando con las paredes dando lugar a un ruido ensordecedor, un sonido seco que paraliza a toda la sala. Su voz es alta, clara, pide explicaciones de por qué no se ha encontrado aún a nadie. Deduzco que debe haber visto ya las últimas noticias de los Juegos.

Por suerte, dado la cantidad de vencedores que hay en todos los distritos a su hijo no se lo han llevado. Sí, su hijo. El pequeño Mark va cogido de su mano. Al igual que a Katniss, a ella le costó mucho adaptarse, se casó y tuvo un hermoso niño. El chico tenía ya ocho años. Tal vez fuese madre un poco tarde pero sin duda es una gran madre. Nadie lo dudaba allí, no podían hacerlo pues actuaba de manera ejemplar con el crio.

Deja a su hijo en una silla y se dirige a la mesa central con paso firme. Después de lo ocurrido no le deja solo por nada del mundo pero si quiere cumplir su misión ha de estar apoyando a la Junta. Ella exige explicaciones y quiere que le informen de lo que está pasando. Muchos hijos de sus amigos están en la Arena, incluyendo a los hijos de Katniss y Peeta y al hijo de Annie y Finnick, su mejor amigo. Y estos, cada día corren más peligro.

El caso es que todo sigue igual. Y ese es el problema. Yo de vez en cuando llamo a mi amiga Katniss pero el único que lo coge es Peeta, aunque él tampoco es capaz aguantar más noticias. Ella no tiene fuerzas para hablar, no quiere separarse de la pantalla. Solo hubo una vez que lo cogió ella, recuerdo su frase perfectamente. ‘No permitas que la conviertan en el Sinsajo, No permitas que la hagan lo que a mí. Les quiero fuera de esta guerra Gale, por favor’ Y desde entonces no he  dormido en casa hasta hoy, pues solo tengo una meta y es sacarles de allí vivos. No he vuelto a escuchar su voz, pero la recuerdo a la perfección Fuerte por fuera, rota por dentro. Y su fuerza disminuía cada día.

Después de esa vez solo lo coge Peeta. Le explico con detalles lo poco que hemos avanzado y él me suplica que lo sigamos intentando. Claro que lo seguimos intentando, le dije, no me rendiré por nada del mundo. Su voz siempre es angustiosa, llena de dolor y cada día con menos esperanza. Cansados, han dejado de suplicarnos venir al Capitolio y formar parte de la búsqueda. No podemos permitirlo, si vienen será peor, será todo mucho peor.

A penas paso tiempo en mi casa, hay noches que ni duermo intentando descubrir donde se esconden. Recuperaré a los tributos que quedan. Por supuesto que lo haré. Es una promesa que me he hecho a mí mismo. Recuerdo hace más de veinte años la frase que le dije a Katniss ‘cuidar de tu familia era lo único que tenía a mi favor’ El caso es que la familia de mi mejor amiga vuelve a correr peligro, y no puedo dejar que ocurra lo de la última vez. Y mucho menos con ellos, sus hijos para mí son demasiado importantes, si algo les ocurriese sé que no podría vivir con ello, preferiría mil veces que me pasase algo a mi.

Volviendo a la realidad recuerdo que Haymicht quería hablar conmigo antes de que Johanna entrase interrumpiendo en la sala. Están intentando calmarla y yo quiero ir y decirle que está todo bien pero nada está bien. Me acerco a Haymicht que está con un mapa en la pared. De brazos cruzados, lo observa en silencio. Me coloco a su izquierda y lo miro con detenimiento. No entiendo muy bien el sentido de ese mapa y le voy a pedir que me lo explique, pero no hace falta que hable mucho porque por la expresión de mi cara ya me había visto las intenciones. Como siempre hace, se adelanta sin dudarlo a mis acciones.

-Es sencillo Gale, las chinchetas azules indican los aerodeslizadores que han vuelto, ellos no han conseguido localizar nada. Las rojas indican los que no habían encontrado nada pero que no han vuelto aún. Y las verdes los que están ya de camino. Y no, tampoco localizaron absolutamente nada.
-¿Y las amarillas?
-No llegamos a recibir respuesta de ellos.
-Eso-mi mente trabaja deprisa, con agilidad, hilando cada idea que pueda surgir en esta complicada situación, pensando en la manera de resolverlo todo- Haymicth, eso significa…
-Si Gale, puede que estén allí.
-Sé que hay una posibilidad muy remota de que así sea, pero quiero a todos los aerodeslizadores posibles allí, me da igual lo que tengas que hacer para conseguir la aprobación de la presidenta pero llevaré yo mismo una unidad hasta ese lugar. Tenemos que sacar a Amy y a Gale. A todos.
-Lo sé, y tenemos su total aprobación Gale, su hija está también allí. Yo pensé lo mismo que tu nada más recibir la llamada. Mañana saldremos, te necesitaré en uno de los aerodeslizadores, yo iré en otro. Los demás los manejan agentes de confianza, llevaremos un equipo de cirujanos en cada aerodeslizador y el material más avanzado del que dispongamos. Prepara lo necesario y moviliza a la gente, tan solo tenemos un día.
-¿Cuánto tardaremos en llegar hasta allí?
-Ese es el problema, nos llevará un par de días por eso necesitamos tenerlo  todo listo para mañana. Se quedará aquí un equipo pequeño por si al llegar allí no hay nada, tendrán que seguir con la investigación –asiento firmemente, por fin las cosas cambian, tal vez sea una posibilidad mínima pero es la primera posibilidad que tenemos- no podemos permitirnos perder el tiempo, Gale.
-Espera Haymicht –la voz de Johanna resuena en la sala, se libera de todos y se acerca hasta donde estamos- prepara otro aerodeslizador para mi, quiero a los mejores agentes que tengas. Yo también voy.
-Cariño, lo siento pero tú no vas
-Gale, ¿se puede saber el por qué mi marido puede arriesgar su vida y no puedo hacerlo yo?
-Porque alguien tiene que cuidar de nuestro hijo Johanna. -La agarro de las manos y la miro a los ojos. Tengo en frente a la mujer que mas quiero en este mundo, un mundo que últimamente se tiñe de negro. Me niego por completo a poner su vida en riesgo, me niego por completo a que pueda resultar herida- No estoy dispuesto a perder a toda mi familia.



miércoles, 17 de abril de 2013

Sobre el capítulo 51


CAPITULO 51, LAS COSAS EMPIEZAN A CAMBIAR

Mini entrada :)

Hoy iba a poneros un adelanto pero es que prefiero guardarlo todo para el viernes, las sorpresas juntas sorprenden más. En serio, es muy importante que cuando leáis el siguiente asimiléis toda la información antes de matarme, amenazar mi blog, denunciarlo o cosas por el estilo… No os asusto más… PERO POR FAVOR, a algunos no os gustará, a otros, si. Una escritora a veces se arriesga con algo. Un cambio radical que te sorprenda en la historia. Algo que ni por un momento te imaginases que podría pasar. Espero que este ‘cambio’ no salga tan mal, ante todo recordad la historia en sí, si os gusta o no. A veces necesitas algo sorprendente para que no puedas imaginarte que ocurrirá, eso resulta aburrido. Cuando escribes, entiendes la necesidad de los escritores me matar personajes importantes, de hacer una locura, es necesario. Para que marque, sorprenda, para que se hable de ello. No es que lo mío sea algo WOW, simplemente digo que os sorprenderá un poquito, lo estoy exagerando un poco para que cuando lo leáis la reacción no sea tan tan tan horrible ¿vale? Pero tranquilos, que no es taaaaaan malo. Simplemente algo inesperado :)

Un besito de parte de una escritora muy nerviosa por posibles reacciones ante este capítulo

P.D: la entrada número 100 será un posible Finnick



RECUERDO ESE DATO IMPORTANTE: Tres nominaciones enLos Premios J. Mason en http://veranonumero16.blogspot.com.es/

NOMINACIONES

MEJOR NOVELA POST-SONSAJO

MEJORES FOTOGRAFÍAS

MEJOR PRESENTACIÓN


Votos a: http://veranonumero16.blogspot.com.es/ GRACIAS GRACIAS GRACIAS



lunes, 15 de abril de 2013

TRAILER + TUMBLR+ DATO IMPORTANTE


¡Hola a todos!

Esta entrada iba a venir después con el tráiler y eso en una programada del miércoles pero la he adelantado. Aquí tenéis a vuestra escritora (@Andrea_everdeen) publicando una vez más. Os traigo un par de cositas y un dato importante que agradecería que leyeséis.

POR CIERTO, HAY QUE HACER ALGO ESPECIAL, QUE SON 50 CAPÍTULOS ¿NO?


El sábalo publiqué el capítulo 50 como ya sabéis, podéis leerlo de nuevo haciendo click aqui o por si no lo habéis leído.

Recordaros también que estamos buscando una actriz para Amy, podéis elegir A B C o poner otra justo aquí: HAZ CLICK #HEDICHO

No me entretengo más, os dejo el tráiler, unas imágenes de tumblr y un aviso importante.

sábado, 13 de abril de 2013

Relato 50




¡Sorpresa!

¡Hoy os traigo el capítulo 50!


No pensaba publicarlo, ayer no me dio tiempo pero hoy lo he escribo así qué aquí lo tenéis, impresionante teniendo en cuenta que a penas he podido estar con el portátil.

CINCUENTA CAPÍTULOS, a ver, ¿quién lo diría? Por favor, ni lo imaginé por un segundo. CINCUENTA :O

Como os dije aquí empezarán a cambiar las cosas. El 51 os sorprenderá muchísimo, no sé si a bien o a mal pero pff… es toda una bomba. Empieza lo fuerte, no tengo escrito mucho pero ahora empieza lo de verdad. Espero que tengáis ganas porque al partir del 50, la tensión aumenta, las sorpresas vienen y tendréis que aprender a respirar hondo, porque lo necesitaréis.

Disfrutad de este capítulo que es un poco más largo, espero sinceramente que os guste y en fin, no es un capítulo woooow, pero porque reservo todo para lo que viene después… y no digo más. ¡Disfrutad de la lectura!

P.D: nominado LJDH continúan a tres categorías, pasaros por http://veranonumero16.blogspot.com.es/ y votad en las encuestas por el blog, GRACIAS.







***


Salimos a cazar, bueno en realidad yo salgo a cazar. Finnick me acompaña porque dice que no quiere que vaya sola. Yo prefería que se quedase con Gale pero al final me ha convencido y creo que tiene razón, acabaremos antes si hacemos el trabajo los dos.

Cogemos nuestras armas, Finn sus cuchillos y yo mi arco. Cargamos nuestras mochilas vacías a la espalda y un botellín por si nos entra sed. Los otros dos se los hemos dejado a Gale por si tardamos más de lo previsto, cosa que esperamos que no ocurra.

Estas mochilas que llevamos deben volver llenas, o por lo menos con algo si queremos seguir sobreviviendo. De momento la caza no ha supuesto ningún problema. Verdaderamente hemos tenido muy pocos para estar en la Arena, tal vez el Capitolio piense que es hora de que nuestra suerte cambie. Quizás sea el último día que vea el sol.

Me despido de mi hermanito y salgo por la cueva al igual que Finnick. Nos encargamos de tapar la entrada para que no se vea la cueva y cuando está lista nos ponemos en marcha. Esta vez he revisado varias veces más la entrada, algo dentro de mi está inquieto.

Dado el peligro de la niebla decidimos no subir el desnivel y caminar hacia nuestra izquierda. Todavía no hemos investigado esa zona pero al ser bosque seguramente haya algún animal. Mientras nos alejamos Finnick recoge algunas ramas y las introduce en la mochila para poder hacer fuego más tarde. Caminamos seguros de nuestros pasos vigilando nuestro alrededor. No sabemos cuántos tributos puede haber en esta zona y tampoco conocemos los peligros que esconde. A veces me paro para mirar el terreno. La humedad de la tierra o el tipo de plantas puede ayudarme a descubrir que animales hay, aunque teniendo en cuenta que el Capitolio puede crear lo que desee, tenemos un problema. Sigo caminando, siento tirantez en mi pierna, molestia tal vez. Me sorprende lo acostumbrada que estoy al dolor, ni siquiera lo noto casi, cuando semanas atrás quizás me quedase en casa tumbada hasta que se pasara el dolor. De repente Finnick se para y me pregunta algo que hace que se me parase el corazón.


-¿Era mentira verdad? El beso de esta mañana. –Puedo notar como su voz está teñida de esperanza pero también de una tristeza que se apodera de esta. Baja la mirada entristecido, con melancolía y su voz se convierte en un claro ejemplo de dolor, un dolor que soy capaz de sentir cuando sus palabras me apuñalan una a una- era todo mentira.
-¿Por qué dices eso?
-Porque se te notaba que te pasaba algo, además no fue un beso como el de anoche. ¡Dios! ¿Quieres estar conmigo o no Amy? –el silencio invade el bosque, eso hace que compruebe los sonidos del bosque y que los aprecie a la perfección, no hay peligro alguno dice mi subconsciente. Comprendo porque me dice eso, porque quiere alejarse, alejarse de esta situación, de esa pregunta, quiere evitar una respuesta. Teme que el miedo hable por mí. - ¡Responde Amy!
-No – A penas me doy cuenta de lo que he dicho hasta que pasan unos segundos, y no lo comprendo, no entiendo mi respuesta. Mi corazón pierde el ritmo, es mi cabeza la que habla, no soy yo – no quiero estar contigo Finnick. No tenemos futuro. ¿Por qué no lo admites ya?, vamos a morir aquí. Nadie va a venir a rescatarnos, nadie nos salvara, tan solo podemos intentar mantenernos con vida el mayor tiempo posible. Finnick, no dudaré ni un momento en llevar a mi hermano a casa, así que no, no quiero nada contigo ahora si no voy a poder conservarlo en un futuro. Solo uno sale con vida Finnick, me da igual tener que matar si eso hace que mi hermano vuelva con mis padres. Entiéndelo, por favor. Esto… esto no está bien.


Trago saliva, no tengo palabras que describan como de rota me siento. Le miro, pero él evita mi mirada. No dice nada, se queda un rato mirando hacia su derecha. Se lleva una mano a la cabeza y mira hacia arriba. Al final se abre paso y sigue el camino, sin una palabra, sin una mirada, como si no existiese.

De vez en cuando se agacha a por palos y los mete en la mochila. Camina lentamente atento al bosque, sin mirarme a la cara. Sin más se para,  no me habla, tan solo señala a unos arbustos. Duele ver que no quiera hablarme pero lo que le he dicho es la verdad y tiene que asumirlo. Tal vez sea hora de que yo lo asuma también. Saco una flecha y la pongo en el arco.  Disparo en seguida y me acerco a recoger la presa. No le ha dado en el ojo, le ha atravesado por el corazón.

No sé qué me pasa, no sé si es dolor o ira pero ni siquiera cazando estoy a gusto. Me he sentido bien al disparar, al matar… No sé que me ocurre. La presa es un pavo, es grande por lo que nos valdrá para unos días. Sin duda la caza está siendo buena, a pesar de todo. Creo que no deberíamos entretenernos. Saldremos mañana, lo que quiero es volver al refugio con Gale.

De repente Finnick avanza hasta donde estoy y saca el cuchillo. Asustada le miro, él lo lanza sin dudar ni un segundo. Se clava en un conejo que iba corriendo. Giro mi cabeza y lo veo. Respiro aliviada. ¿Cómo he podido pensar que Finnick pudiese hacerme daño? Creo que la Arena me está volviendo loca. Creo que yo misma me estoy volviendo loca. Veo como él coge la presa y le saca el cuchillo.


-Con esto bastará Finnick, deberíamos volver. No es bueno estar tanto tiempo fuera.


Él no dice nada. Creo que mi voz ha sido incluso algo fría, pero también teñida de esperanza, esperanza de que me responda. Me da el conejo para que lo meta en la mochila y continúa el camino. Quiero que me hable, no puedo creer lo que duele no escuchar su voz. Sé que está enfadado y lo entiendo, pero el dolor que siento es incomparable a cualquier cosa que haya sentido antes.

Me acerco un poco a él y no recibo ninguna queja suya. Poco a poco estamos más cerca, el no se retira pero tampoco es capaz de mirarme. Tal solo sigue caminando. Está tan dolido que verle así hace que piense en cosas que no debería, en cosas que me vuelven débil. Coloco mi arco en la espalda junto a la mochila. Si él va delante podrá avisarme si sucede algo y entonces lo sacaré. Le miro continuamente distrayéndome de los alrededores. Intento centrarme, debería vigilar que ningún tributo viniese, no mirando esos ojos de mar. Esos que consiguen llevarme a otro sitio, alejarme de esto. Al final, no sé si es por temor a que pueda pasar algo o por necesidad acabo cogiéndole la mano. Temo que la rechaza pero para mí bien, él no la retira.

Pienso en que ocurrirá cuando todos los tributos mueran, si quedamos al final solo nosotros tres. Lo que está claro es que Finnick y yo tendríamos que morir. No sería capaz de matarle, podríamos coger un puñado de bayas tal y como hicieron mis padres tiempo atrás. Pero si desafiamos de esa manera al Capitolio tal vez sea mi hermano el que sufra las consecuencias de mis actos. Necesitaré ideas. Despejo mi mente y vuelvo a la realidad, que no es mucho mejor que mis pensamientos.

Estamos los dos juntos, volviendo a nuestro refugio, el único lugar seguro para ambos. Vamos de la mano, el delante y yo detrás, pegados. Tengo una mano en su cintura y la otra me la agarra con fuerza. Hemos discutido antes por una razón que él no llega a entender, creo que estoy empezando a enamorarme y no puedo permitirlo. No es algo que controle, es algo que siento, aún así no puedo dejar que lo sepa, no después de lo que le he dicho. Tengo razón, esto está mal, lo único que conseguiría sería distraerme y no puedo permitirlo, mi hermano debe volver a casa. La razón por la que evito estar junto a él es muy simple, es algo imposible, lo nuestro no tiene futuro. Nosotros no tenemos futuro. Cuanto antes lo acepte, mejor.

Él aparta las hojas y cualquier cosa que hay en mitad del camino, de repente se para y suspira. Mira hacia un lado y se queda parado, con la mirada fija en unas rocas que dejan ver una grieta lo suficientemente grande para que estén escondidos unos tributos. Empieza a correr en esa dirección sin soltar mi mano, le grito que pare, le pido explicaciones, le pregunto que le ocurre pero ninguna de las palabras que salen de mi parece que le lleguen. Golpeo su espalda sin reacción ninguna de su parte. Vamos directos a un lugar donde podría haber tributos escondidos, y si los hay, está claro que es una muerte segura. Ninguno está en condiciones de enfrentarse a nadie. Intento frenar su paso, mi mano golpea su espalda una y otra vez dejando libre su cintura. No sé que mas hacer, tal vez haya visto a alguien que nos perseguía e intenta que nos escondamos, Finnick no pondría nuestras vidas en juego por nada, así que decido confiar en él. Me dejo llevar, agarrada de su mano, él me guía con un único destino. No tardamos en llegar y cuando lo hacemos se mete corriendo por la grieta y dentro hay una especie de cueva pequeña, apenas hay hueco pero si el suficiente para tres tributos, dos quizás. Podría ser un refugio, no veo rastro de comida ni nada que nos dé una pista de si alguien ha pasado antes por allí.

Intento meterme en la mente de Finnick y descubrir que pretendía llegando hasta aquí. Sin más su mano y la mía se sueltan, va hacia una pared y pega un puñetazo. Cuando se apoya en la pared deja al descubierto una mano que ha empezado a sangrar. <<No por favor, no te hagas daño>>, pienso. Preocupada me dirijo hacia él sin entender nada de lo que ocurre. Finnick se encuentra de pie, con la cabeza en la pared rocosa y la mano ensangrentada. La sangre se resbala despacio, haciendo que pequeñas gotas vayan cayendo una y otra vez al suelo. Yo estoy a su lado, esperando que me diga que ocurre. Mis pies se mueven sin pensarlo y en pocos pasos me encuentro en frente de él. Esta situación hace que un cosquilleo invada mi cuerpo, un cosquilleo que se lo que significa. Cuando le miro, un silencio invade mi mundo. Suspiro, bajo la mirada intentando controlar las lágrimas que quieren caer. No pienso en mis padres, ni en mi hermano, ni en Finnick, solo pienso en mi misma, en superar lo que siento. Noto como una mano roza mi cara en forma de caricia y desciende hasta mi barbilla, levantándola. Me invade la esperanza y me deja sin aliento. Los latidos de mi corazón aumentan. Mi mirada y la de Finnick se encuentran, sus ojos de mar desvelan muchos sentimientos pero a penas puedo observarlos, cuando me quiero dar cuenta mis ojos se han cerrado, al igual que los de él. Su mano ha acercado mi cara a la suya y mis labios se encuentran con los suyos. Encajan a la perfección, como si estuviésemos hechos el uno para el otro. Como si de verdad pudiese haber futuro. Mi mano se apoya sobre su hombro y la suya agarra mi cintura acercándome a él cada vez más. En este momento no controlo mi mente, noto a Finnick tan cerca, sus labios y los míos, su cuerpo. Mi llama nunca había ardido tan intensamente.

Ese beso tiene todo lo que no me he atrevido a decirle. Pero no solo eso, tiene esperanza, sueños… Algo que jamás podremos cumplir. Nunca pensé que querer a alguien pudiese doler tanto. Este beso está lleno de dolor, de despedidas pero a la vez una llama de esperanza, de amor, lo aviva convirtiéndolo en algo especial.


-Nunca, nunca más volveré a dejar que te pongas en peligro Amy, y ahora, si quieres, puedes odiarme.


Creo que por primera vez desde que estoy con él soy yo la que al separarnos vuelve. Pero esta vez de verdad. No como el beso de esta mañana. Este está lleno de sentimiento. Al principio le sorprendo. Creo que Finn pensaba que me alejaría de él, después de lo que le he dicho no me sorprende para nada. Lo único que interrumpe nuestro beso es la necesidad de parte de ambos de respirar. El sonríe y creo que yo hago lo mismo. Pero esa frase sigue en mi cabeza ‘no tenemos futuro’


-Tengo miedo
-¿De qué Amy?
-De enamorarme de ti, Finnick.


Simplemente recibo un abrazo como respuesta. Una mano acaricia con fuerza mi pelo mientras la otra aprieta mi espalda. Me da un suave  beso en la frente, apoya la suya en la mia y susurra una frase que tiene más suplica que esperanza. ‘Saldremos de esta. Juntos Amy’