¡Sorpresa!
Hoy
os traigo el capítulo 48!
¿Qué
pasará en este capítulo? ¿Sabremos si a nuestro querido Finnick le pasa lo que
a Odair padre? Tal vez no pase nada, o tal vez, solo tal vez… pueda pasar de
todo. Espero que os guste, que me digáis lo que pensáis y que tengáis en cuenta
que estoy de exámenes y no he podido revisarlo. Desde hoy hasta el 13 no podré publicar absolutamente nada, por eso estoy aquí escribiendo a toda prisa para dejaros el capítulo 48. Así que nada, ya sabéis la
ilusión que hace un pequeño comentario con vuestra opinión.
Antes
de leer, mirad estos pequeños avisos:
Q El
13 me voy a Francia y desaparezco como cosa de un mes, el 12 debo preparar todo...
Q Después
volveré en Abril con muchas sorpresas en los capítulos, fotos de tributos y
muchas cosas más. ¡Vais a estar más de un mes sin capítulos! No me lo
perdonaríais pero de verdad, espero que merezca la pena.
Q Tal
vez a mi vuelta creemos un blog Jane y yo, pero nada de historias, será básicamente
de moda, supongo que algún DIY pero no sé porque aún no lo hemos hablado, solo
era para que supieseis :)
Q Llevo
retrasando la Lista desde hace un mes lo sé, pero es que NO puedo hacerla. Como
compensación en ABRIL habrá una entrada especial dedicada a cada uno de estos
blogs ganadores. (PODEIS MATADME SI)
Q Podéis
ver dos nuevas
páginas, una se titula ¿Cómo empezó todo?. En la otra he colgado la
imagen de la Lista, es una página provisional para que podáis verla.
Q ¡Ah!
Si podéis votarme
en dos encuestas a la derecha del blog http://cantodesinsajos.blogspot.com.es/
sería genial!
Creo
que eso es todo, os dejo que disfrutéis del capítulo (es algo corto). Espero que os guste y
esas cositas :)
______________________________________________________________________
Cansada,
la única palabra capaz de describir mi estado de ánimo. Cansada de jugar, de
sobrevivir, de todo. Con miedo, miedo a que Finnick se muera pues ha estado a
punto de hacerlo hace un par de horas.
Desde
que ocurrió eso me he sentado a su lado, con la cabeza apoyada en la fría y
rocosa pared de la cueva. Mirando al frente, sin atreverme a dirigirle una sola
mirada. De vez en cuando cierro los ojos y respiro hondo, trayendo a mí,
recuerdos que me digan que no todo es tan malo. Hasta que los abro, y me doy
cuenta de que sí que lo es.
Gale
está sumamente aburrido, tanto que ha encontrado un trozo de roca para rayar la
pared de la cueva. Bueno, más bien lo tira contra ella porque rayar, no rayaba
mucho. Tras varios intentos de escribir su nombre se ha dado por vencido.
Me
encantaría jugar con el pero no tengo fuerzas y ahora más que nunca quiero que
permanezca en la cueva. Le miro y le mando a por algo de agua, si no le mando
beber él no lo hace. Sabe que el agua escasea, no quiere desperdiciarla.
En
el fondo me preocupa que descubra la realidad del Juego, pero es que algún día
lo hará. Si llegamos a finalistas, no tendré la fuerza para despedirme, no sé
como lo haré. Solo sé que le llevaré a casa. Y llevarle a casa
supone muchas cosas. Entre ellas mi muerte. Y esta no me preocupa, no tanto
como la de Finnick, Joel, Cristina... No podré hacerlo, suena egoísta, pero
prefiero que los maten antes. Que los maten otros, tributos sin remordimientos.
Veo
como Gale frota sus ojos cansado y decido mandarle a la cama. Él viene hacia mí
y me abraza, se queda así unos minutos. Al final acabo rodeándole con mis
brazos, dándole un suave beso en la frente. No sé qué haría sin mi hermano, es
lo mejor que tengo en este mundo. Le acaricio el pelo y le levanto la cara,
sonriente le doy otro beso y le cojo en brazos. Me levanto y le llevo a la
parte de atrás de la cueva, colocando los chalecos en el suelo y tumbándole
encima. Tras un último beso en la frente, como el que siempre le daba nuestra
madre por la noche, cierra sus ojos cansados, me susurra un te quiero y cae
rendido. Yo decido sentarme de nuevo donde Finnick, por si deja de respirar una
vez más.
Pierdo
la cuenta, la noción del tiempo. Cierro mis ojos, recuerdo canciones de mi
madre, recuerdo el sonido del piano, el sonido de los pájaros en el bosque, del
agua del lado. Recuerdo el olor a pan recién orneado, la melodiosa voz de mi
padre cuando me contaba una historia. Recuerdo las risas con Gale, cuando jugaba
con Haymitch. Recuerdo la felicidad, sonrío sin apenas notarlo y abro los ojos
de nuevo.
Gale
lleva más o menos dos horas dormido, yo sigo en vela, mi sonrisa se borra
porque estoy demasiado preocupada. Me sumerjo de nuevo en mis pensamientos
evadiéndome del resto del mundo, pero algo me lo impide. Al principio pienso
que son imaginaciones mías, luego me alegro de que sea la realidad la que me
golpeé en ese momento. Finnick abre los ojos lentamente y pronuncia mi nombre.
Se incorpora poco a poco. Estoy asombrada, voy directa hacia él y le agacho la
cabeza para ver la espalda. Le quito la venda rápidamente, primero desato el
nudo y se la quito poco a poco. Levanto la hoja que está un poco pegada a la
herida y cuesta despegarla, pero no mucho. Una mueca de dolor aparece en su
rostro. Esta sudando, la cara sigue pálida, como si de un acto reflejo se
tratase le acaricio para calmarle. Vuelvo a mirar su espalda. La herida se ha
transformado por competo y esta ya casi cerrada. Antes de que Finnick diga nada
me levanto y le lavo la zona, de nuevo sigo los pasos de anoche, de esta
mañana, de esta tarde, es la cuarta vez que lo hago. No puedo creer que hace
unas horas estuviese intentando reanimar su débil corazón.
Le
unto la pomada, coloco un trozo de la hoja apretada y vuelvo a vendarla, pero
esta vez mas fuerte. Cuando acabo vuelvo a la realidad, el me agarra las manos
y me susurra un ‘estoy bien’. Mis ojos llorosos se encuentran con los suyos que
recuerdan a la espuma del mar. No puedo controlarme, mis manos acarician su
cara suavemente, él las sujeta y de repente ninguno de los podemos detenernos.
Esos ojos hacen que me vaya completamente de este mundo, de este infierno. Me
olvido de todo, del Capitolio, de Panem, de mis padres, de Colin, de Zoe, me
olvido de todo menos de él. Ahora solo pienso en mí, en nosotros.
Con
la mano en mi cara pone sus dedos en mis labios y los baja con lentitud hasta
llegar a mi barbilla, me sujeta y me acerca a él. Sus labios y los míos se
juntan como la primera vez, lo hace tranquilamente, es un beso pausado, lleno
de calma y lentitud. Yo le correspondo. Poco a poco él se atreve a más y yo sin
quererlo le sigo. Nuestro cálido beso se aviva poco a poco. A mitad del beso
paramos, el me sonríe. Con esa sonrisa que hace que parezca un ángel, me quedo
observándole unos segundos, pensando en lo perfecto que es, pero no tarda en
lanzarse de nuevo. Nuestros labios se vuelven a juntar y cada vez vamos a más.
Una chispa en mi interior empieza a arder. Nuestro beso se vuelve más
apasionado. Una de sus manos mantiene levantada mi barbilla mientras que la
otra sujeta mi espalda acercándome a él. Sin más, me siento sobre sus piernas.
No pienso nada en este momento, mis brazos rodean su cuello y mis piernas se
enredan por detrás de su espalda haciendo que estemos más juntos. Él me besa
una y otra vez, yo le sigo el juego. Hay Juegos que al fin y al cabo no son tan
malos.
______________________________________________
P.D: ¿Que os ha parecido? Está muy deprisa lo sé pero no hay tiempo :( Os traigo además una pequeña cosita… ¿os gusta alguna para nuestros protagonistas?
No me convencen pero no encuentro a nadie para ellos!
(Haced click para verla en grande)