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sábado, 3 de noviembre de 2012

Relato 34


Hola tributos!

Hoy os traigo el capitulo 34 ! Espero que os guste, quería pediros perdón por el pequeño retraso ya que el puente me ha trastocado. Por lo menos el retrase ha sido solo de un día ¿no? 
Mientras escribo esto estoy llorando porque estoy viendo ‘Anatomia de Grey’ por lo que no voy a escribir mucho aquí. Solo os digo que espero que os guste mucho y que sigue siendo un capitulo relajado, ya vendrán fuertes más adelantes… tengo que escribir algunos :)
Os dejo que se me caen las lágrimas, espero que os guste mucho y perdonad el retraso.
Un saludo enorme mis tributos y quiero daros mil gracias por lo que estáis haciendo, leer, comentar… todo es muy importante para mí, así que gracias :)

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Miro al cielo, el color del cielo hoy es hermoso, me fijo una vez más en la posición del sol. Sonriente le digo que no queda mucho para que acabe la niebla y eso parece animarle. Hablamos un poco de nuestras familias y de nuestra vida antes de la Arena, recordamos historias graciosas y sucesos inolvidables. Nos reímos de las cosas que hacíamos de pequeños y nos sorprendemos al descubrir que nuestras vidas no son tan diferentes. También comentamos un poco como son nuestros padres, nuestros amigos y nuestra vida en general. Las sonrisas de nuestras caras se borran cuando todos pensamos en que no volveremos a casa pero la voz de Cristina que está llena de optimismo nos dice que no hay que rendirse tan fácilmente. Estamos tan absortos en nuestras historias que no nos damos cuenta de que  la niebla está empezando a desaparecer. Poco a poco se ve como se desvanece e igual que apareció, se va. Cogemos nuestras cosas y cargamos con nuestras armas, esperamos hasta estar completamente seguros y cuando comprobamos que la niebla ha acabado por completo, yo doy el primer paso. Seguimos avanzando.
Al principio no hablamos pero cuando llevamos caminando un rato la energía de Cristina y su inagotable intento por empezar una conversación hace que acabemos hablando todos. Joel esta a mi lado, ambos caminados atentos a cualquier movimiento. Miro como lo hace, camina atento al bosque y a la vez a sus pasos, tiene preparado el cuchillo que cogió Cristina de cuando mate a Evelyn. Joel tiene más oportunidades que cualquier otro en un combate cuerpo a cuerpo asique viendo las posiciones decido formarnos de otra manera. Cristina es más débil y tal vez no haya trabajado nunca, su vida en el Capitolio es diferente a la de los distritos. Aunque ahora los tiempos habían cambiado y todos éramos iguales, la gente de los distritos seguía haciendo lo que su distrito había hecho siempre, al fin y al cabo necesitamos comer, energía, transporte… La gente del Capitolio también hacía cosas, pero sobre todo se encargaban de otras tareas. Una de las principales tareas que tenía el Capitolio era encargarse de la salud de todo Panmen, contaban con numerosos hospitales llenos de cirujanos expertos. Unos aerodeslizadores iban al distrito que los reclamase si se encargaba de una situación de emergencia y en menos de diez minutos estabas en una camilla esperando para que te atendiesen. También se encargan de la economía y todo lo referente a Panmen, aún así el nivel de vida de la población era igualitario. En los distritos era diferente, aunque yo tuviese dinero de sobra me interesaba ir al bosque, al igual que a Finnick le gusto aprender a pescar y hacer redes. Aunque el distrito de Joel se especializa en energía seguramente aprendiese a luchar como lo hace porque sus padres se lo enseñarían, los vencedores no tienen que trabajar después de haber ganado los juegos, el dinero que tienen es suficiente asique se encargan de otras cosas para no aburrirse y muchos vencedores que conocí por mama y papa enseñaban a sus hijos a luchar cuerpo a cuerpo por el mero hecho de enseñarles algo práctico, al igual que mi madre me enseño a cazar.
Le pido a Joel que se ponga el último y a Cristina que avance hasta el medio de ambos, yo voy delante. Creo que estas posiciones están mucho mejor que las de antes, espero no equivocarme. Cualquier peligro que salga podré localizarlo, en cambio Joel será de gran ayuda yendo el último si queremos mantener a Cristina a salvo. Sin duda tengo razón en lo que he pensado antes y si Cristina es la más débil también se convierte en nuestro problema. Es un blanco fácil, y nuestro punto débil, pero la mantendremos a salvo por encima de todo. Hemos avanzado bastante desde que empezamos, habrá pasado más de media hora porque estamos por más de la mitad de la zona. De repente un cañonazo y después un ruido ensordecedor aparece. Con el arco en la mano, la flecha en este y la cuerda tensada me giro por completo sin dudarlo un segundo. Veo a Joel y a Cristina a salvo y eso me alivia, no hemos perdido a nadie. Hago una señal para que paren, un tributo a muerto. Subo con cuidado a un árbol, confiándole a Joel mi arco y a Cristina mi mochila. Subo con cuidado agarrándome bien y cuando estoy arriba diviso un aerodeslizador. A unas dos zonas a la derecha el Capitolio se lleva el cuerpo de un tributo. Bajo para decirles que no hay peligro, un pie, después otro. Una punzada en la pierna hace que resbale perdiendo el equilibrio, intento sujetarme con las manos pero lo único que hago es rasparlas con la corteza del árbol sin lograr frenar la caída. Por suerte Joel esta abajo y sin dudarlo un momento me coge antes de que choque contra el suelo.

-Deberías tener más cuidado
-Debería – me miro la pierna y veo que la herida se ha abierto y sangra un poco, en realidad sangra bastante, Joel me mira preocupado pero yo reacciono rápido- me clavaron un cuchillo, he sentido un dolor en la pierna y he perdido el equilibrio, por eso he caído. No hay peligro, podemos seguir.
-Creo que deberíamos parar un rato, no tiene muy buena pinta
-Será mejor que nos sentemos, tengo algo que podría ayudarte con esa herida- la voz de Cristina interrumpe la conversación que tengo con Joel, al final accedo y nos sentamos. Cristina abre su mochila y deja la de Evelyn en el suelo- tengo una venda que venía en la mochila, no la he necesitado hasta ahora pero estoy segura de que a ti te vendrá bien. Toma Joel, empieza a vendarle la pierna.