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viernes, 27 de julio de 2012

Relato 16

Hola a tributos!
Hoy os traigo el capitulo 16! Tengo que daros un pequeño aviso, me voy todo agosto, el sábado si madrugo podré publicar y el domingo muy de noche pero a partir del lunes no puedo prometeros nada porque no sé si quiera si podré llevarme mi portátil. De momento para no haceros falsas ilusiones os diré que el plan de agosto esta en cero publicaciones, hablaré con mi amiga Belen, la que me convenció para hacer el blog a ver si puede encargarse ella aunque sea que publique noticias, encuestas o incluso dejarle los capítulos escritos y que los vaya publicando pero no se… Tengo pensado hacer un concurso para agosto, no sé muy bien de qué hacerlo asique si tenéis ideas animaros y escribírmelas J El concurso podría ir de cualquier cosa, imágenes para el blog que tengan que ver con mi historia o lo que sea, espero vuestras ideas. Es simplemente para que en mi ausencia se haga algo. Espero que os guste la idea !

El premio para el ganador diferente si tiene blog o si no lo tiene.
Si lo tiene -> una entrada recomendando el blog y tal vez alguna otra cosa que piense
Si no lo tiene -> he pensado en mandarle unos cuantos capítulos por correo para que pueda leerlos antes que nadie
Cuando decida de que hacer el concurso o lea vuestras ideas subiré una entrada con las bases, fechas etc                                                     

Y ahora no me entretengo mas, capitulo 16 ¿estará la suerte de parte de Amy?

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Tengo que agarrarme fuerte al árbol porque el muto está intentando derribarlo, da golpes contra él y en uno de ellos casi me caigo. Me mantengo en mi posición pero dispuesta a saltar. Tengo que caer justo en la cabeza si quiero clavar mi cuchillo en sus ojos. Lo veo potencialmente problemático teniendo en cuenta las ganas de comer que tiene. Veo una rama fina y se me viene una nueva idea a la cabeza. Subo un poco más arriba del árbol, trepo con dificultad porque me duele la espalda, y si a eso le añadimos los golpes del muto resulta bastante complicado subir. Me siento en una rama lo suficientemente fuerte para aguantar mi peso y acto seguido rompo la rama larga y fina que vi antes. Empiezo con el cuchillo a cortar, formando una punta en la rama, como una lanza. No tengo flecha, no tengo arco y solo tengo un cuchillo pero si consigo hacer una lanza o incluso dos podré clavárselas en los ojos y así no perderé el único arma que me queda. Sigo tallando y de vez en cuando miro abajo a ver si sigue ahí, aunque muchas veces no me hace falta porque el árbol tiembla por los golpes del muto. Pasan los minutos y se me hace el tiempo eterno. Mis manos me duelen, no solo de trepar sino de lo que estoy haciendo ahora. Aprieto fuerte la rama para que no se me escape y tallo con mayor velocidad, la giro y eso hace que raspe mi mano pero es un daño menos comparado con el que sufriré si mi plan no sale bien. Afilo la punta un poco más. Tengo la lanza acabada, podría hacer otra pero si el muto sigue dando al árbol no tardará mucho en derribarlo. Así que decidida me pongo de pie, cojo la lanza y espero al momento adecuado para lanzarla. Solo tengo un intento pero no pasa nada, tengo una precisión muy buena. Recuerdo la caza, siempre hay que atravesar el ojo, estoy más que acostumbrada. Mis padres estarían orgullosos de mí. Sigo esperando y mientras pienso en que el Capitolio estará disfrutando de este momento, si muero ellos ganan, si sobrevivió también, el caso es que les estoy dando justo lo que quieren, un espectáculo del que hablar. Con un brazo agarrado al tronco y la lanza en la otra mano, veo mi oportunidad y no lo dudo ni un instante, mi lanza sale disparada. Le da justo donde yo quería, el muto se echa para atrás y con una de sus enormes patas intenta sacarse el palo, es mi momento. Bajo de un salto, no me molesto ni en ir agarrada, el golpe me deja los pies con continuos pinchazos y la caída ha sido dolorosa pero sigo corriendo en busca del charco de barro. Mis pies duelen pero tengo que seguir si quiero salvarme, miro una y otra vez detrás de mí pero al muto le veo lejos, sigue intentando sacarse la lanza. Sus enormes garras lo dificultan pero para mí eso es un punto positivo. En tres minutos más o menos llegare al charco, ya lo veo, miro una vez más atrás. El muto no puede sacársela pero creo que ha decidido dejarla y seguir detrás de mí porque empieza a correr. Le ruego a mis piernas que vayan más rápido y por una vez me hacen caso. El muto corre a una velocidad impresionante, se abalanza sobre mi tan rápido que parece que apenas he corrido unos pocos metros, sus enormes patas lo hacen más fácil. No me rindo, si el va mas rápido yo también tendré que acelerar el paso. En estos días he comprobado que mi resistencia es mucho mayor así que le puedo pedir más a mi cuerpo, mis piernas ahora son más fuertes y rápidas y eso ahora mismo me aporta muchas oportunidades. Respiro hondo, unos pasos más y estaré dentro, cuando llego me meto sin dudarlo. Es asqueroso pero puedo soportarlo si eso me va a salvar la vida. Me unto por completo, de arriba abajo y me quedo tumbada, cubierta de lodo y esperando a que el muto no me reconozca. Cierro los ojos porque tengo miedo de abrirlos, de repente el suelo tiembla y la bestia se planta a pocos metros de mí. Los abro con cuidado, respiro más lentamente y no me muevo para nada. Veo que le sangra el ojo por completo y que tiene la cara totalmente arañada de cuando se ha querido quitar la lanza. El otro ojo se lo ha dañado el mismo asique tengo más ventajas de las que pensaba. Veo como mueve la oreja y como comienza a olisquear, por un momento pienso que no va a servir de nada lo que he hecho pero entonces se oye el grito de una chica. La bestia gira la cabeza en dirección del grito y duda un momento pero sale corriendo. Me quedo parada pensando en que habrá ocurrido pero vuelvo en mi y salgo corriendo, esta vez no hacia el interior del bosque si no hacia la orilla. Lo siento Will, me repito a mí misma, pero no puedo arriesgarme. La orilla aunque parezca mentira es el lugar más seguro por lo menos hasta que termine la hora de la bestia. Un grito de terror se oye, pero no es la misma chica, esta vez es una voz masculina, después se oye rugir a la bestia, de nuevo un grito, es la misma chica de antes. No quiero ni imaginar lo que está pasando, la bestia no ha tardado nada en llegar hasta allí. Esos gritos no eran de lucha entre dos tributos, el terror de las voces era inconfundible. Me paro un momento y cuento los segundos, siete segundos después suenan los dos cañonazos. Esto es horrible, tantos niños muriendo. Éramos veintisiete. Solo es el tercer día. Hago una nota mental intentándome acordar de los que han muerto ya, del Distrito 1, Alexia y Chad siguen vivos; del distrito 2 Cathy sigue viva y a Austin lo mate yo; del distrito 3, Evelyn y Colin, que yo sepa ambos siguen vivos; del distrito 4, Tedy y Finnick, están vivos; del distrito 5, Gisele y Joel, no sé nada de ellos pero no he visto sus caras de momento asique siguen vivos; del distrito 6, Taylor y Loriyn, no los recuerdo bien pero sé que ella era pelirroja y el chico tenia pecas, no he visto la cara de la chica en el cielo, el chico cayó el primer día; del distrito 7, Annick está muerta, murió en la cornucopia seguramente y Brendon está muerto también, es el chico que utilizo Colin, recuerdo que lo dijo; del distrito 8, Gina y Rue, a penas los recuerdo pero siguen vivos; del distrito 9, Madge y Parkert siguen vivos ; del distrito 10, Jennifer y Lauren creo que ambos murieron en el primer enfrentamiento; del distrito 11, Zoe está viva y William, Will murió por salvarme; del distrito 12, Amy y Gale, estamos vivos, y seguiremos asi; del distrito 13, Caly y Black y del Capitolio, Cristina, espero que ella sepa mantenerse viva. En total murieron Jennifer, Lauren, Loriyn, Annick y Brendon la primera noche, no estuve muy atenta pero Will me lo conto mientras caminábamos, Austin y William el segundo día, es el tercero y han caído dos más. Eso son nueve en total, quedamos dieciocho. Si lo piensas bien no han caído tantos, quedan muchos días todavía. Estos juegos no están siendo tan sangrientos, normalmente la mitad de los tributos caen el primer día y segundo otros tantos a causa de las heridas de la primera batalla. Solo sobreviven los más fuertes y astutos e incluso eso, a veces, no les sirve de nada. Seguramente el Capitolio este ideando algo para que muramos más rápido, o tal vez prefiere hacerlo de una manera lenta para que los vencedores sufran mas. Quiero quitarme esa idea de la cabeza, sigo caminando en dirección a la orilla para alejarme del muto. Por el camino veo unos arbustos llenos de bayas y me pongo a recolectar, veo que hay venenosas y esas las dejo donde están, cuando llevo más o menos una hora ya he llenado la parte de debajo de la mochila y como veo que hay suficientes paro de recogerlas. Algo llama mi atención mientras cierro la mochila, es una especie de pavo salvaje, está comiendo algo que debe haber en el suelo. Me acerco lentamente y cuando estoy a escasos metros lanzo el cuchillo como me enseño Haymitch. Le doy de lleno, orgullosa y con una sonrisa me acerco a recoger mi presa pero veo algo que no me gusta nada. A unos dos o tres metros de donde estaba mi presa veo unas botas como las que yo llevo puestas. Alguien esta tumbado entre los matorrales, lo que no sé es si está muerto. Vacilo unos segundos y decido mirar por si alguien necesita ayuda. Tal vez sean Joel o Cristina, jamás me perdonaría el no haberlos ayudado. Dejo la presa donde está y avanzo un poco hasta el lugar. Aparto un poco los matorrales. Es Gina, el chico del distrito 8.