Seguidores

miércoles, 10 de octubre de 2012

Relato 31

Hola tributos !

Hoy os traigo el capitulo 31!

¿Impresionados por esta entrada? Yo también.

Respondiendo a vuestra pregunta… Llegué a mi casa y estaba contestando comentarios cuando me di cuenta de que es puente. ¡ De que yo me voy de puente !

Lo sé, que torpe soy, no haberme dado cuenta antes. Os prometo que no os he hecho sufrir a propósito ni quería que os murieseis esperando. Ha sido cuando he leído un comentario diciendo que no podría esperar hasta el viernes y me he quedado pensando y digo si el viernes no estoy… Asique he dicho ¿y lo que tenía preparado para el jueves y el viernes? Pues para vuestra suerte ¡ lo publico hoy ! Mejor ahora que no el lunes ¿no? ¿

No tendréis que esperar hasta el viernes para el capitulo 31, siento haber fallado a la encuesta. Los demás viernes será así, esto tan solo es una excepción porque no voy a estar.
Y una última sorpresa…

¡La nueva página de Katniss Everdeen y Petaa Mellark!


Nuestra galería con gifs e imágenes de nuestros enamorados ¿queréis verla? Solo tenéis que hacer click aquí. ¿Qué os parece?


Y eso es todo por hoy, mañana, pasado y hasta que vuelva del puente. No me enrrollo más que tengo muchísimas cosas por hacer.

Espero que os guste mucho mucho el capitulo y que disfrutéis leyendo  Muchas gracias a todos los lectores, anónimos y cuentas, me sacáis una sonrisa con cada comentario !

¡ Un saludo enorme y muchos besitos a todos !
 ¡ Feliz puente !

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Hasta donde me llega la vista es Cristina, la hija de la presidenta. El Capitolio debe estar disfrutando de este momento. Su madre no tanto. Y yo, sinceramente tampoco estoy a gusto con esta situación. Las risas del día del ‘banquete’ me vienen a la cabeza, esa chica tan risueña con la que tanto hablé tal vez no dure mucho aquí. Cuando me fijo en el chico siento que me rompo a pedazos, mi corazón se para, mi respiración se acelera. Mis manos sudan y mis ojos se quedan fijados en él. Siento que me voy a caer, que voy a dejar de respirar de repente, es Joel. Podría ser cualquier tributo, ¿pero por que ellos? Se trataba de proteger a mi hermano, de no hacer amigos, de sacarle con vida. Ahora las emociones me golpean, mi corazón me ruega una cosa, mi cabeza me ordena la contraria. Evelyn se encuentra justo debajo de mi rama, vuelve a dar la vuelta al árbol y se coloca enfrente de ellos apuntándoles con el arco. Lo hace con delicadeza, regodeándose de que lleva la ventaja. Coloca tranquilamente la flecha y tensa el arco lentamente. Cristina hace el ademan de salir corriendo pero Evelyn la apunta y Joel se pone delante en un acto reflejo. Ella no ha soltado la flecha todavía, como si esperase algo. Podría hacerlo, ahora que está entretenida podría huir sin más. Pero no voy a hacerlo, es mi momento, no de salir huyendo ni de correr, es el momento de actuar, de enseñarle al Capitolio que no soy una pieza más en sus Juegos. De demostrarles que no me conocen, que no saben cómo voy a actuar. Que ellos no mueven, muevo yo. Yo soy la que decide y solo yo actuó. Seguramente estén esperando un baño de sangre y la huida de Amy Mellark pero eso no va a pasar. No me he convertido en un peón, esta vez yo decido cómo jugar. Empiezo a bajar con cuidado, ninguno de los tributos me ha visto aún, bajo despacio para no hacer ruido y lentamente voy poniendo un pie tras el otro. Intento no escurrirme, ignoro las punzadas en mi herida. Olvido mí alrededor, me concentro solo en la bajada. Oigo como Evelyn ríe pero desde donde estoy no puedo ver nada, el tronco me tapa todo. Cuando llego al suelo bajo con un pequeño salto para no hacer ruido. Miro hacia donde se encuentran los tributos esperando no encontrar un arco apuntándome. Joel me ha visto pero le hago un gesto con la mano y pongo el dedo sobre mi labio como muestra de silencio. El cambia completamente la mirada y vuelve a estar atento a Evelyn. Sería capaz de dejarme escapar, me salvaría. Oigo la voz chocante de Evelyn, el sarcasmo la invade, la confianza la lleva y el odio es la que habla.

 - Yo que vosotros no correría, con este arco podría alcanzaron en poco tiempo, mi flecha os atravesaría y moriríais desangrados.

-Evelyn no tienes por qué hacerlo, seguramente estén intentando rescatarnos, estarán buscando…

-¿El qué? ¿La manera de encontrarnos? ¿De verdad lo crees? Yo pienso que la única manera de salir de aquí cuanto antes es matar a todos los tributos –oigo sus palabras pero no la presto atención, se que está ahí, que yo estoy ahí también. La oigo hablar. Cada palabra, cada frase, las guardo en mí pero no las asimilo. Con la mano saco el cuchillo de mi bota y me acerco a ella, veo la expresión de Cristina que abre los ojos porque no me había visto pero si dice algo estoy muerta- Cristina ¿qué te pasa? A juzgar por tu expresión diría que esperabas que mama viniese a buscarte ¿verdad? Os propongo un trato, a ti Cristina te dejare correr y te perseguiré hasta que te mate y a ti Joel, si intentas ayudarla disparare ahora mismo está flecha que te atravesará sin dudarlo por un instante, y si no la ayudas, dejaré que te alíes conmigo.

-No voy a dejar que la hagas daño Evelyn, puedes dispararme si quieres- Joel está ganando tiempo para que pueda acercarme, su vista se desvía disimuladamente hacia mí, asiento para que no se preocupe. Estoy a unos dos metros pero tengo que ir despacio y con cuidado para que no me oiga, quiero pedirle a Joel siga entreteniéndola pro no hace falta - ¿me oyes Evelyn? Dispara ya, no voy a dejar que la mates sin más.

-Es una pena chico, tenia buenos planes para ti

-Yo tengo otros planes para ti Evelyn –no le da tiempo a reaccionar, es mi oportunidad, nota mi voz en su espalda pero es demasiado tarde para que se mueva o para intentar liberarse, rápidamente paso mi brazo por encima de ella y con el cuchillo en la mano le hago una raja en el cuello haciendo que se desangre. La sangre baja lentamente y cada vez es más abundante, se desliza por su cuello y me empapa la mano. El terror ha debido aparecer en su cara al escuchar mi voz, este se ve reflejado en la expresión de Cristina y poco después cuando reacciono en la mía. No sé si me he convertido en una máquina de matar, no sé si esta noche tendré pesadillas, intento no sentirme culpable porque yo solo pretendía salvar a Joel y a Cristina pero lo que siento por dentro es la peor sensación que he tenido hasta ahora. Es peor que morirse de hambre o de sed, es peor que tener miedo porque un tributo o un muto te persiga, es peor que todo eso porque me siento como el Capitolio, no puedo mirar mis manos llenas de sangre, no puedo pensar en otra cosa. No soy tan diferente a ellos. Noto como Evelyn cae de mis brazos hacia el suelo y oigo un cañonazo. Un cañonazo que yo he provocado. El cuchillo se resbala de mi mano  cae al suelo lentamente. Mis manos tiemblan y no soy capaz de mirar a Joel o a Cristina a la cara por miedo a lo que piensen de mi, veo la mochila de Evelyn y el arco y quiero agacharme y cogerlos, quiero sacar de aquí a Joel y a Cristina pero algo en mi interior me lo impide. Quiero mover una pierna y después otra, empezar a caminar pero mi cuerpo no reacciona. Las ordenes no llegan, tan solo estoy parada. Parada en el tiempo, en el momento que he matado, todo se repite una y otra vez en mi cabeza sin descanso. Cada persona que mato, cada tributo que muere por mi culpa es como si una parte de mi muriese con él, por dentro me siento rota, me siento mal. Mis padres no pueden estar orgullosos de mí, ni yo misma lo estoy. Un sentimiento de culpabilidad aparece en mi. Al final le he dado un buen espectáculo al Capitolio, como ellos querían. Cuando quiero darme cuenta, Joel esta en frente de mi. Tiene un trozo de la camiseta de Evelyn en la mano que ha debido de rasgar y me está limpiando la sangre que tengo. No sé a dónde miran mis ojos porque no siento que este allí con ellos. Me siento en un lugar apartado lejano, solo hay una cosa que me trae de vuelta. Un sincero gracias que sale de Cristina. Esa palabra golpea mi corazón y me rescata de la pesadilla. Un gracias que lo que en realidad significa es ‘gracias por haberla matado’ El infierno de los Juegos arde en mí, mi llama ahora no es de esperanza, mis manos están machadas de sangre. Solo una cosa pasa por mi cabeza, no soy tan diferente a ellos.

Avance capitulo 31


Hola tributos !

Creo que esta entrada os va a gustar más aún que mi Finnick en ropa interior de ayer. Por fin os traigo un avance del capítulo del viernes.  Antes de salir corriendo de nuevo publico y os dejo unos avisos!